farero que nos moldea según su plan y según vaya a usarnos.
Mediante esta oración posicional, Él como Alfarero y yo como vaso, confieso mi debilidad ante Él. Puedo por tanto, aceptar su obra soberana en cuanto a mi posición y providencia en sus manos a medida que me forja conforme a su sabiduría, su inteligencia y su conocimiento eternos.
Siempre oro de esta manera cuando hago la oración posicional:
Dios Padre, tú eres mi Al