No sé dónde leí, mi querido Juan, que nos enamoramos cuando estamos dispuestos a variar, a dejar una experiencia ya adquirida y desgastada, y tenemos el impulso vital para llevar a cabo una nueva exploración para cambiar de vida. Nos enamoramos cuando estamos dispuestos a hacer fructificar capacidades que no habíamos aprovechado, a explorar mundos que aún no habíamos explorado, a realizar sueños y deseos a los que habíamos renunciado. Nos enamoramos cuando estamos profundamente insatisfechos del presente y tenemos energía interior para iniciar otra etapa de nuestra existencia.