Las autobiografías, las biografías y la historia podrían parecer mejores candidatas para establecer la verdad que la novela, pero Stendhal afirma lo contrario, cosa que sólo puede entenderse si damos a verdad un significado distinto al de «descripción de lo real». De lo que aquí se trata es de la verdad íntima de todas las cosas, a la que accede mejor la libertad de la novela que la historia.