Creo que no cualquiera podría atreverse mira a Zeus a los ojos y decirle “te equivocaste”. Y no sólo decirle que se equivocó si no decile “siento lástima por ti”.
Éste libro hace un análisis filosófico de cuestiones extremadamente profundas de manera sencilla. Pero no sólo eso, sino que nos invita a reflexionar sobre cosas de nuestra vida cotidiana que, precisamente por ser cotidianas, no les ponemos demasiada atención.
Muy recomendable.