Niño rebelde, pésimo estudiante y eximio dibujante, Santiago Ramón y Cajal trabajó como aprendiz de barbero y zapatero hasta que su padre lo obligó a estudiar medicina. Combatió en dos guerras, fue fisicoculturista, ajedrecista, astrónomo aficionado, fotógrafo, editor, y además se dio tiempo para revolucionar la ciencia al postular que el cerebro está conformado por numerosas células individuales e independientes, las neuronas.
Alma díscola en un país donde la ciencia poco importaba, el padre de la neurobiología moderna también se dedicó a la formación de los futuros científicos. Para ellos escribió este «librito», como él lo llamaba: una mezcla de ensayo, autobiografía y manual cuyo objetivo era prepararlos para el duro camino de la investigación. El «librito» se convirtió en la obra más leída de Ramón y Cajal, y la reeditamos hoy para que sus palabras alienten y reconforten a todos los investigadores y creadores —sin importar su disciplina— ante la incertidumbre y los cuestionamientos de un trabajo incomprendido.
Es una lectura maravillosa que explora el arte de la concentración, los errores más comunes de los principiantes, las condiciones sociales y culturales óptimas para la innovación, y cómo no caer en la peligrosa trampa del prestigio.
Maria Popova, Brainpickings
No lean este libro como un consejo. Léanlo para conocer la oscura caverna de la que venimos.
Javier Sampedro, Babelia