Ajay Mishra tiene ocho años cuando, a finales de la década de los setenta, él, su hermano mayor y sus padres dejan Delhi para instalarse en Queens, Nueva York, porque a su padre le han ofrecido un trabajo. El aterrizaje de esta familia india de clase media en el paraíso del consumo y los canales de televisión que emiten las veinticuatro horas les genera un choque cultural que sus miembros digieren en el empeño de adaptarse a su nuevo país. Tienen grandes esperanzas puestas en el hijo mayor, cuyas excelentes notas le van a permitir estudiar en un prestigioso instituto. Pero un accidente en una piscina que le deja graves secuelas cambia radicalmente el destino de los Mishra y sobre todo el del joven Ajay, a través de cuyos ojos se relata la historia. El paraíso muestra entonces su cara menos grata, el acoso al diferente en la escuela, la presión económica, la incomprensión del entorno…, y la familia está a punto de desmoronarse. El padre deberá afrontar su alcoholismo, la madre tendrá que plantearse aceptar un trabajo por debajo de su cualificación y Ajay soportar la presión de ser tan brillante en los estudios como su hermano. Para él la literatura se acabará convirtiendo en un refugio y en un instrumento para entender y explicar la realidad.