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Giovanna Rivero

Tierra fresca de su tumba

  • Carlos. J. B.цитирует3 года назад
    Era un viejo sin tiempo. Quizás de eso se trataba naufragar.
  • Alicia M. Maresцитирует3 года назад
    , tratando de proteger con mi cuerpo la espalda crística de Joaquín, ese lienzo deshidratado donde ni siquiera asoma un lunar, solo la insinuación de los omóplatos, prueba incontestable de la negativa divina a convertirnos en mejores criaturas, en ángeles caídos o pájaros de una especie ordinaria pero feliz.
  • Alicia M. Maresцитирует14 дней назад
    Esa vez cultivaron soya. Y la soya a la larga los salvó. A la señora Keiko siempre le gustó pensar que el shinrei de su madre los había ayudado encarnándose en el espantapájaros que clavaron en medio del sembradío.
  • Alicia M. Maresцитирует14 дней назад
    Una florcita que se abría, un brote mínimo que nadie notaría, pero que estaba allí, con toda la contundencia de una vida nueva. Esas sí eran verdaderas piezas de origami, dobladas con tal delicadeza por una divinidad alta y perfecta que, aunque ella se esforzara, jamás podría imitar todos esos pliegues y bordes.
  • Alicia M. Maresцитирует14 дней назад
    A través del vidrio, el pequeño vuelo de aquellos insectos estaba lleno de belleza. Eran moscas, la mayoría azules, y emanaban de los cuerpos como un espíritu metálico.
  • Alicia M. Maresцитирует14 дней назад
    La casa de la madre de Coronado se ha ido arrumando hacia la pared del fondo, pronto va a caber en el huertito de calaminas. Es lo que hace el sol del atardecer con las casas de techo bajo, las achica, las ovilla, arrastrando las sombras de los muebles hacia un punto discretamente luminoso.
  • Alicia M. Maresцитирует15 дней назад
    ¿Qué día tiró usted el cuerpo al mar, Amador? ¿Cuándo fue eso? ¿Rezó? ¿Por lo menos, rezó?, insiste la mujer con los ojos húmedos, pero que no desaguan una sola lágrima, como si ella tuviera la potestad de administrar el alivio o la penitencia del llanto.
  • Alicia M. Maresцитирует15 дней назад
    Miró a los pájaros y solo vio orgullo y belleza en su vuelo alto. Miró a las vacas, sus ojos lánguidos y piadosos, y se sintió mejor. Si no fuera pecado, si todo no fuera pecado, se habría sentado a mugir allí mismo, en medio de la granja. Sí, porque aunque en ese momento no lo sabía, de entre todas las cosas, eran las vacas las criaturas que Elise iba a extrañar con el corazón hecho un escarabajo. No a esos ruiseñores sin alma ni a los árboles colosales y de panza inflamada como una hembra encinta.
  • Alicia M. Maresцитирует15 дней назад
    A ella también, cuando canta, se le brotan azules como riachuelos subterráneos las venas de las sienes. Eso es cantar con amor, dice su padre. O decía.
  • Michel Ornelasцитирует10 месяцев назад
    Me parecía inconcebible que Dani no viera lo mismo que yo veía. ¿Acaso no éramos hermanos?
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