En una entrevista concedida a la revista Telva, Marlies Kücking señaló que el rasgo que podría enmarcar al fundador del Opus Dei en la historia de la Iglesia sería el de incluir el trabajo como “materia prima” de la santidad, abriendo así horizontes de plenitud cristiana a todos los hombres y mujeres, sin excepción.En este volumen, Kücking evoca sus recuerdos sobre los inicios del Opus Dei en Alemania y desvela numerosos episodios de sus años junto a san Josemaría, muchos de ellos referidos a su modo de trabajar. El relato permite apreciar el desarrollo paulatino y continuo del Opus Dei, visto desde el observatorio privilegiado de su sede central en Roma.