Hunter ha sido soldado, monje, rebelde, ladrón y hacedor de reyes (o hacedor de reinas, para ser precisos). Ahora no quiere nada más que establecerse con Marna, su hija perdida hace mucho tiempo, y cortejar a la encantadora Dahlia Rancher.
El rápido viaje de Hunter para buscar a Marna se complica cuando él y Chekwe, su mejor amigo, llegan a la casa ancestral de Hunter y descubren que Marna ha sido secuestrada.
Los amigos rastrean a Marna hasta sus antiguos lugares de batalla en el norte, perseguidos por viejos enemigos y encontrando nuevos a cada paso del camino: videntes y nigromantes, señores de la guerra y herejes, guerreros una vez muertos y pacifistas renegados. Su única amiga es Dru, una mujer expulsada de su trabajo como agente por hombres que regresan de las guerras con los orgooth.
Con la ayuda de Dru y el apoyo a regañadientes de un nuevo rey, Hunter construye una fuerza capaz de rescatar a Marna. Es un plan que podría funcionar, si los orgooth no se lanzan también a la refriega. Pero con Chekwe y su gatita mascota al acecho de whisky, leche y algo para matar, nada de lo que Hunter planee es seguro.