Esa noche, en un programa de televisión presentaron un nuevo invento: un lápiz labial que hacía invisible a la gente. Y a la gorda Tencha le dio una idea terrible: desaparecer a Rosita, borrada del mapa como si fuera un dibujo de un cuaderno…
Entonces se dio cuenta de que había algo tan poderoso como las golosinas secretas. Bastaba con tomar a Rosita de la mano para que el mundo tuviera otros colores