Annamaria Barbera nos entrega en esta, su segunda novela, una historia llena de implícitos, exhibiendo una vez más sus habilidades para profundizar en sus personajes. En esta ocasión entrevera diversas relaciones afectivas con una crítica profunda al arte actual, en particular la pintura, donde destaca el protagonismo de Michel, un pintor exitoso inquieto por el rumbo que ha tomado su vida, quien por acercarse al aparataje comercial de las obras, se desconecta de la condición espiritual que debe prevalecer en todo artista. Víctima de profundas reflexiones cargadas de escepticismo y materialismo, encuentra a una mujer que influirá en que su vida cambie radicalmente. La muerte de su único tío lo obliga a viajar a Normandía, donde encontrará sorprendentes revelaciones que lo inducirán a construir su espiritualidad, acercándose a la divinidad. Annamaria Barbera es novelista, ensayista y poetisa. Ha escrito numerosos libros de poesía, entre ellos “Me repito que la muerte no es nada”. También es autora de la novela «Ningún lugar para el sol”, un crudo y emotivo relato de la campaña italiana en Rusia, que tuvo lugar en el aciago 1943.