A través de la mirada de un joven que quiere ser escritor -a caballo entre la crónica, el cuento, la epístola, el diario, la autobiografía y las memorias-, en este libro se narran las vicisitudes cotidianas; las tradiciones y costumbres; los movimientos estudiantiles; las catástrofes naturales y sociales; las tragedias familiares; la apropiación y la decadencia, ecológica y social, de los espacios citadinos; la violencia contra las mujeres y las desigualdades de género; la delincuencia y la inseguridad; las formas de sociabilidad; y las aspiraciones y frustraciones en las vidas invisibilizadas -por los medios y el discurso oficial— de habitantes de los sectores bajo y medio de la hoy ciudad de México en los años ochenta del siglo pasado y en las dos décadas anteriores. Estas crónicas son el testimonio de un tiempo pasado que no es ajeno a nuestro presente. Leídas con la mirada del acontecer vigente, pueden contribuir al entendimiento de la mas reciente camada de lectores y lectoras sobre la sociedad chilanga en la actualidad. Asimismo, puesto que también relatan los avatares en la formación literaria de un joven ochentero, seguramente serán un espejo en el que se reflejarán los empeños de aspirantes a escritores y escritoras de las nuevas generaciones.