Bluets

Quiero que sepas, si algún día lees esto, que hubo un tiempo en el que hubiera preferido tenerte a mi lado antes que cualquiera de estas palabras; hubiera preferido tenerte a mi lado más que todo el azul del mundo.

En mi currículum dice que estoy trabajando actualmente en un libro sobre el color azul. Llevo años diciéndolo sin escribir ni una palabra. Es, quizás, mi manera de sentir que mi vida está «en progreso» en lugar de sentirme como esa porción de ceniza que cae del extremo de un cigarrillo encendido.

el error de pensar que todo deseo es anhelo.

Si estás enamorado del rojo, te cortas o te disparas. Si estás enamorado del azul, te llenas el bolsillo de piedras perfectas para chupar y te diriges al río. Cualquier río servirá.

Simone Weil advirtió lo contrario: «El amor no es consuelo. Es luz».

Quiero que sepas, si algún día lees esto, que hubo un tiempo en el que hubiera preferido tenerte a mi lado antes que cualquiera de estas palabras; hubiera preferido tenerte a mi lado más que todo el azul del mundo.

. Ese mes me toqué cada noche en mi cama estrecha y llegué a pensar en ti, sabiendo todo el rato que estaba sembrando las semillas de un desastre por venir.

Así que me enamoré de un color —en este caso, el color azul— como si cayera bajo un hechizo, un hechizo por el que luché, alternativamente, para permanecer dentro y salir de él.

Así que me quedé atrás, y llegué a ser conocida como la chica que espera, la tristona del pueblo cuyo cabello huele como un animal.

Vale, entonces, déjame intentar decirlo de otra manera. Cuando estaba viva, intenté ser alumna no del anhelo, sino de la luz.