Ámbar, una mujer con el corazón roto, su amante casado y el sobreviviente de una tragedia aérea argentina que ha perdido la memoria, son los tres ejes por dónde corre esta novela. Este último protagonista, pasajero del dramático vuelo 3142 de LAPA, sufre sucesivas crisis que lo llevan a transmutarse en mariachi, playboy norteamericano, enfermero brasileño y muchas personalidades más con las que vive aventuras increíbles.
La historia incluye a una suma de personajes hilarantes del submundo del periodismo cultural de un periódico cuya nave madre está situada en un barrio suburbano que no es por completo Rosario y tampoco es Buenos Aires.
Todo buen texto plantea preguntas, y Ámbar quiere dejar algunas. Aquí las preguntas giran en torno a la memoria y el olvido: ¿qué dura más?, ¿en cuál de los dos vive el dolor? ¿qué clase de hélice mueve el tiempo? ¿se puede amar en la desmemoria?
Quien se adentre en la historia no saldrá indemne: el mundo se divide, parece decirnos, entre los que buscan perdidamente ser amados y entre los que apenas se interesan en amar a alguien. En uno de esos dos grupos, seguramente, se inscribirá el lector.