Me encantó este libro. Encontré aquí la motivación para levantarme por las mañanas que había perdido hace meses: vivir para desafiar al patriarcado.
Virgina, como siempre, da en el blanco. Quizá me hubiese demorado menos con el libro en físico, pero creo que también lo que hizo que mi lectura no sea tan fluida fue, en el fondo, que los contextos de las discusiones de los feminismos de "ahora" han cambiado mucho. No creo que los temas de Tres Guineas (las guerras, el facismo, el patriarcado, la misoginia, el empobrecimiento a las mujeres) estén caducos, pero ciertamente ahora hay distintos matices que muchas voces han sumado y colocado a esas discusiones. Ahora podríamos leer Tres Guineas como un ensayo feminista y que aporta fuentes históricas de la vida cotidiana y de la misoginia en la Inglaterra de entre siglos XIX-XX.