Las ideas de un filósofo adelantado a su tiempo que alertó sobre los peligros del capitalismo salvaje.
El supuesto progreso tecnológico, industrial y social de las sociedades modernas, en vez de liberar a los individuos, los ha atado a nuevas servidumbres, volviéndolos seres menos creativos y autónomos. Las escuelas uniforman el pensamiento y limitan otros modos y espacios para el aprendizaje. Los coches proveen una sensación de libertad a quienes los poseen, pero en realidad se convierten en una pesada carga para sus dueños (quienes deben trabajar para mantenerlos) y para las ciudades, donde los peatones pasan a ser ciudadanos de segunda.
Estas son algunas de las ideas del filósofo Iván Illich, uno de los pensadores más singulares del siglo xx. Entre los años setenta y ochenta del pasado siglo, construyó una de las críticas más originales de la modernidad occidental y sus reflexiones sobre la educación, la energía, la movilidad, el medio ambiente y la tecnología son hoy en día igual de pertinentes.
Este libro revisa capítulo a capítulo las ideas y propuestas más importantes del filósofo austríaco, que propone, contra esa modernidad en la que las herramientas han tomado el control de los hombres, una “sociedad convivencial.”
«Llamo sociedad convivencial a aquella en la que la herramienta moderna está al servicio de la persona integrada a la colectividad y no al servicio de un cuerpo de especialistas. Convivencial es la sociedad en la que el hombre controla las herramientas.»
Además de glosar y analizar las ideas de Illich, el libro se ocupa de contrastar estas ideas con otras teorías contemporáneas y de demostrar su radical vigencia.
«Illich no solo hace un análisis impecable de las estructuras de dominación en el momento histórico en que nos encontramos, sino que además predice con escalofriante exactitud la crisis en que estamos inmersos desde 2008.»
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