Una serie de mensajes anónimos, dirigidos a un destinatario no identificado, han llegado al escritorio de un grupo de editores de la única manera en que llegan los mensajes que son arrojados al mar: en la zozobra. En éstos descubren el último intento de un desesperado por darle sentido a sus laberintos imaginativos antes de esfumarse de la faz de la tierra. Los editores, dispuestos a evitar que el testimonio desaparezca, decidieron armar el rompecabezas y compilar los textos en espera de que lleguen a su lector final. Escrito a caballo entre el ensayo y algún remanente drama?tico, este libro es una exploración sobre el imaginario escénico en sus excesos, límites y deseos. Es un recorrido singular donde se nos invita a transitar los múltiples espacios y las diversas formas que lo escénico puede tomar.