Lo que me preocupa es que el descaro con que el enredo se ha instaurado como un modo de vida puede acabar convirtiéndonos a todos en sus víctimas, sea a un individuo aislado o a un país entero. Lo que quiero decir es que con toda probabilidad el enredador al final se enredará a sí mismo o, como se dice en China, levantando piedras se aplastará su propio pie.
La picardía y/o viveza criolla.