Después de la muerte de Cristo, los discípulos estaban desanimados. Abrumados por la depresión y la desesperación, se reunieron en el aposento alto y cerraron las puertas por temor a la amenaza real de ser partícipes del destino de su amado Maestro. Para ellos, la resurrección de Jesús lo cambió todo. Durante cuarenta días, Cristo permaneció en la Tierra preparando a los discípulos para que llevaran a cabo la obra que les fue confiada. Sus palabras de despedida determinaron el rumbo de sus vidas: «Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo» (Mat. 28:19, 20). Los Embajadores describe el inicio de la iglesia cristiana y presenta la historia de hombres y mujeres que se entregaron por una causa. Es un relato emocionante de cómo Dios puede usar a las personas más inesperadas para el cumplimiento de la misión. Las experiencias registradas aquí muestran el poder del Espíritu Santo obrando por medio de quienes le permiten actuar en su vida y llevar la luz del mensaje del evangelio cerca y lejos.