Por otro lado, esta desconexión y temor a la vergüenza, amenaza la creatividad, la innovación y el aprendizaje, ya que para llegar a una idea nueva o a una solución inusual, es necesario que la persona se sienta involucrada con lo que está haciendo. Si teme a la vergüenza, experimentará desinterés y lo dominará la inacción.
Es inimaginable una escuela sin creatividad. Aprender significa empezar a pensar de forma independiente, producir las propias preguntas, respuestas, ideas, y esto es ser creativo.