Justo entonces, mientras contemplaba las praderas, a lo lejos llegué a ver a la señora Todd, caminando despacio por la vereda junto a la playa que llevaba hasta el puerto. A tanta distancia se pueden distinguir las grandes cualidades positivas que conforman un carácter. De cerca, la señora Todd parecía una persona capaz y cariñosa, aunque absorbida por el ajetreo de sus actividades, pero aquella figura en la distancia parecía única y atrayente, tenía algo especial que le daba un extraño aire de seguridad y misterio. De tanto en tanto se detenía para recoger algo, quizá su poleo favorito, y finalmente la perdí de vista mientras cruzaba lentamente un claro en una de las cimas más altas, para desaparecer enseguida detrás de un oscuro grupo de enebros y abetos puntiagudos