En este libro, que fuera ganador del Premio José Revueltas de Ensayo Literario en 2005, Verónica Volkow hace un seguimiento de la construcción de la identidad poética de Jorge Cuesta en base al tema del espejo. Jorge Cuesta realiza una serie de retratos de poetas modernos afines, que serán en el fondo también autorretratos. La poesía y la pintura se integran al adoptar éstos la forma alegórica de naturalezas muertas cuyo elemento central es un espejo. Estos espejos retratan al ancestro poeta, al mismo tiempo que lo reflejan a él, Cuesta.