«La nuestra es una época esencialmente trágica, por eso nos negamos a tomarla trágicamente. El cataclismo ya ha ocurrido, nos encontramos entre ruinas, comenzamos a construir nuevos y pequeños lugares en que vivir, a tener nuevas y pequeñas esperanzas. Es un trabajo duro: no tenemos ante nosotros un camino llano que conduzca al futuro, pero evitamos o superamos los obstáculos. Tenemos que vivir por muchos que sean los cielos que hayan caído sobre nosotros».