Elias Portolu regresa a Nuoro después de cumplir una condena de cárcel solo para verse atrapado en un amor imposible por Maddalena, la prometida de su hermano Pietro.
Débil e irresoluto, Elias hoy traza planes para resistir la tentación, solo para no cumplirlos mañana.
Se celebra la boda entre Pietro y Maddalena, pero la joven lleva el hijo de Elias en sus entrañas. Celoso porque el niño figura como hijo de Pietro, incapaz de cortar los lazos con el amor terrenal, Elias se mete a cura solo para ser más desdichado.
Hasta que la enfermedad del pequeño exige que todo vuelva a su cauce.