Este libro se autodestruirá en diez años. El mundo que conocemos se transforma vertiginosamente gracias a los avances tecnológicos. El sistema educativo tradicional va a la zaga de los profundos cambios culturales y sociales que vinieron de la mano de las pantallas. Sin embargo, aunque de maneras dispares y a veces invisibles, los algoritmos ya están en la escuela. ¿Qué tanto y cómo hay que cambiar los sistemas educativos en un mundo en que (casi todos) los jóvenes tienen un celular en sus manos? ¿Qué nuevos desafíos y oportunidades nos presentan las tecnologías digitales si queremos garantizar la justicia educativa y encender la llama del aprendizaje en las nuevas generaciones? Y, sobre todo, ¿cuál será el rol de los estados, del sector privado y de los educadores en este futuro que ya llegó?
Axel Rivas, referente global en política e innovación educativa, parte de una rigurosa mirada sobre los sistemas educativos de América Latina y ofrece un diagnóstico claro de las posibilidades efectivas que ofrecen las nuevas tecnologías digitales. En este paisaje, el naciente mercado tecnoeducativo es veloz y multiplica su oferta: no ha perdido el tiempo y ya ofrece sistemas de gestión del aprendizaje, tutorías digitales y gamificación con la lógica adictiva de los videojuegos. En este contexto, el Estado no puede estar ausente en la discusión y debe garantizar la justicia educativa. Por ejemplo, a través de una Plataforma Educativa Pública con proyectos y clases para los docentes, y actividades que conviertan los contenidos curriculares en situaciones de indagación.
Dirigido a educadores y políticos, este libro propone un sistema educativo que enseñe a pensar críticamente, que produzca en los alumnos la voluntad y el deseo de aprender, y que genere compromiso social y ciudadanía democrática.