Liu Zhenyun nos propone en «El pequeño gran salto de Liu» un juego: atrapar al ladrón. Se trata de una frenética narración tragicómica en la que los robos y la violencia se suceden movidos por la avaricia.
Liu Yuejin es un cocinero. Un día, tras perder su bolso y mientras lo buscaba, encuentra otro lleno de secretos que involucran a personalidades de la alta esfera social. Los bajos fondos de mugre y sopa clara se entremezclan con las enormes villas de urbanizaciones privadas, las inmensas y modernas construcciones y los altos funcionarios corruptos.
Proliferan las desgracias de los protagonistas, meros peones prescindibles de una partida en la que están presentes los mejores ingredientes de la tradicional novela negra: corrupción, crimen, chantaje, sexo, dinero, violencia, muerte… ¿Hasta dónde es capaz de llegar el ser humano por unos cientos de billetes?
Los personajes de «El pequeño gran salto de Liu», saltando de un lado a otro con el único objetivo en sus vidas de llenar cada día el estómago, se convierten en simples briznas de paja en el huracán de la corrupción de altos vuelos.