Un debut electrizante sobre la construcción de una identidad propia ante las imposiciones del entorno.
Alba, la narradora de esta historia, forma parte de una generación que intenta pisar tierra firme en una ciudad que hace aguas. La generación es la que bordea la treintena y va dejando atrás la juventud entre los trabajos precarios y la culpa inerte por formar parte del primer mundo, entre el feminismo emergente y las relaciones contrahechas, impulsada por la necesidad de batallar con las mismas fuerzas contra los elementos y contra sí misma: una realidad contradictoria, solo apta para equilibristas. La ciudad es esta Barcelona contemporánea que, en su pretensión de modernidad, acaba por convertirse en la antagonista definitiva, y donde la comunicación humana es cada vez más incierta y fantasmal.
Con una voz descarnada y sin filtro, las páginas de Consumir preferentemente rebosan un humor cáustico que funciona como sátira y como látigo, con una propuesta lingüística arriesgada al servicio de una narración mordaz y autodestructiva.
Andrea Genovart debuta con esta novela que hace de espejo ético y sentimental del mundo que se nos viene encima, con una mirada llena de rabia contra una sociedad que nos supera pero, sobre todo, llena de un deseo incontestable de insistir.