El Hombre En El Castillo

Los hombres que hicieron esto —dijo Childan— son norteamericanos orgullosos de su arte. Me incluyo entre ellos. Sugerirnos que se los convierta en talismanes mercantiles es un insulto para nosotros

Alcanzamos entonces la serenidad que no se asocia comúnmente con el arte sino con lo sagrado

No obstante, cuando se trata de algo nuevo y todavía poco probado, no es fácil una evaluación justa

Pero los cambios son siempre duros para el que pierde

Escucha, no soy un intelectual. El fascismo no necesita de intelectuales. Lo que proclamamos es las virtudes de la acción. Toda teoría proviene de un acto

Los niños pequeños eran así; si los padres no los estaban mirando nada de lo que hacían les parecía real

lo que podía decir el I Ching ya no importaba mucho.

No podía ayudarlos a vender las joyas… no podía darles suerte

Sí, el novelista conocía a los seres humanos, qué poco valían, gobernados por los testículos, empujados por el miedo, vendiéndose a todo en nombre de la codicia… el novelista sólo tenía que tocar el tambor, y obtenía una respuesta.

Cómo escribe este hombre, pensó. Lo había llevado a otro mundo, un mundo real

Era ese poder de evocación que tienen las novelas