Kiko siempre creyó que Prisma, la universidad de arte de sus sueños, sería
su escape. El lugar en el que dejaría atrás a su madre, esa que siempre la hizo sentir poca cosa, y a las pesadillas de su pasado. El lugar donde nadie creería que es demasiado dramática, ni desestimaría su talento.
El lugar en el que su vida comenzaría realmente.
Pero es rechazada y siente que su mundo amenaza con romperse en un millón de pedazos, especialmente cuando su tío, la persona que le arruinó la infancia, vuelve
a entrar a su vida.
Entonces una invitación inesperada le da la posibilidad de recorrer escuelas de arte en la costa oeste. Pero para comenzar a vivir su sueño deberá derribar las barreras que se ha construido alrededor, aprender varias lecciones sobre sí misma, su pasado
y, lo más importante: ser valiente.