Siempre hemos estado –y seguimos estando— interconectados; por la familia, la comunidad o nuestra común humanidad. Cuanto más cambia el planeta, más vital resulta que nos percatemos de que no solo existe conexión entre unos y otros y la Tierra, sino que debemos trabajar de forma activa como seres interdependientes y, así, crear una sociedad global sana.
El Karmapa nos muestra primero cómo tomar conciencia de nuestra conectividad, para guiarnos después en cómo modificar el uso que hacemos de los recursos naturales, de forma que podamos convertirnos en agentes del cambio ético y social a escala planetaria. Con un lenguaje práctico y claro, fundamentado en su amplio conocimiento del budismo y en su genuina inquietud por las problemáticas sociales, aborda cuestiones candentes como el consumismo, la soledad, la defensa de los animales, la confianza en uno mismo o el poder de la compasión.