A través del camino de la autodependencia nos haremos responsables de nuestra propia vida. Será nuestra responsabilidad apartarnos de lo que nos daña, hacernos cargo de lo que nos pasa y querernos tanto como para privilegiarnos. Y entonces, aparecerá algo que viene con la autonomía y que es la otra cara de la libertad: el coraje.
Tendremos el coraje de actuar como nuestra conciencia nos dicta y de pagar el precio, y seremos libres aunque a otros no les guste. Seremos inmanejables porque a los autodependientes nadie los puede manejar, solo se manejan a sí mismos.
Será un paso adelante en nuestra historia y una manera diferente de vivir en el mundo y probablemente signifique empezar a conocer un poco más a quien está a nuestro lado.