Desde que el hombre llegó a valerse de un arma, por más básica o primitiva que fuera, para subsistir o protegerse, se hizo necesario especializarse en el dominio las mismas, para a su vez transmitir esos conocimientos al resto de la familia o de la tribu, siendo en principio esa transmisión de conocimiento patrimonio de unos pocos.
Con el transcurso del tiempo el manejo de las armas, blancas o de fuego, se transformó en una disciplina, estandarizándose en la mayoría de los casos las técnicas de enseñanza en el manejo y el uso y posteriormente plasmándose en papel.
El objeto de este trabajo, es volcar la experiencia de los autores adquirida durante años, tanto en el país de origen como en varios del exterior.