«Cuando era pequeña pensaba en cómo matar a mi padre.» Así comienza Ellen Foster, una de las contadas obras cuya protagonista, al igual que el Huckleberry Finn de Mark Twain o la Pecola Breedlove de Toni Morrison, ha entrado por derecho propio en la cultura popular norteamericana.
Ellen es una niña de once años que, haciendo gala de una inteligencia y una determinación fuera de lo común, busca su lugar en el mundo mientras todo se tambalea a su alrededor. Ambientada en un Sur en el que el racismo, la exclusión y la violencia forman parte del paisaje cotidiano, este libro, a medio camino entre la novela de formación y el gótico sureño, también es una obra repleta de lirismo, humor y humanidad.
Una obra memorable sobre la búsqueda del amor y la amistad, repleta de imágenes que no abandonarán al lector y que entusiasmará a los lectores de Flannery O'Connor o Carson McCullers.
Honesta en el pensamiento y la mirada, en el sentimiento
y la palabra.
—Eudora Welty
Ellen Foster forma parte del paisaje del Sur como los personajes de Faulkner.
—Walker Percy
Un cuento de hadas victoriano en jerga americana.
—Alfred Kazin
Una obra impresionante.
—Jonathan Yardley