María Bolio se ha inspirado en un hecho real, claramente documentado, aunque lacónico: la apertura del Hospital del Divino Salvador, para atención a mujeres dementes en el siglo XVII.
Una oda al amor que no se conforma, al que cambia su entorno.
Una ventana a los más oscuros y recónditos pensamientos de la mente humana donde el lector se percata de que los más temibles demonios pueden vivir dentro de uno mismo.