Alegría

Pensaba que era su forma de acompañarlo, de decirle: no estás solo en ese mundo tenebroso que te tocó.

pero había que hacer planes. Los planes salvaban. Organizaban los días en estantes imaginarios, todos en fila como adornos pequeñitos.

Pobrecita, no sabes que la amabilidad es una forma de machismo». La hacía sentir insignificante.

Cuando Ana y sus hermanos eran chicos, se pasaban allí todos los fines de semana. Cuando crecieron ya no quisieron ir, preferían quedarse en la ciudad con sus amigos.

ueblo.

(El nombre completo de Ana era María Ana, pero en aquel tiempo el María le parecía soso,

Más adelante, cuando pudiese formular esta idea de un modo más articulado, Yoli diría que la risa, ese tipo de risa fácil, desbocada, con el que estaba tan familiarizada desde pequeña y que era, básicamente, la risa de los pobres, era un modo de abandonar el resentimiento y abrazar la resignación.

Jairo odiaba a su mujer. La odiaba desde que se había embarazado de Joao, porque estaba seguro de que el niño no era suyo sino de un tipo que Sandra conoció en un trabajo que tuvo en un barco proveniente de Brasil.

Iba a verse con Lucho, aunque Lucho ya no le gustaba tanto —¿alguna vez le había gustado tanto?—, pero había que hacer planes. Los planes salvaban. Organizaban los días en estantes imaginarios, todos en fila como adornos pequeñitos.

Iba a verse con Lucho, aunque Lucho ya no le gustaba tanto —¿alguna vez le había gustado tanto?—, pero había que hacer planes. Los planes salvaban. Organizaban los días en estantes imaginarios, todos en fila como adornos pequeñitos.

Iba a verse con Lucho, aunque Lucho ya no le gustaba tanto —¿alguna vez le había gustado tanto?—, pero había que hacer planes. Los planes salvaban. Organizaban los días en estantes imaginarios, todos en fila como adornos pequeñitos.