Está empezando a oscurecer. Hay que ir a dormir. Buscas dulces historias, historias perdidas entre páginas olvidadas, pero quizás un cementerio, un incendio, un bosque oscuro, las pesadillas más profundas, una mente perturbada o unas manos llenas de sangre no sean los relatos ideales, a menos que tu corazón esté vacío y tus ojos perdidos, a menos que seas un monstruo.
El miedo se encierra entre la tinta y los trazos de estas páginas. Quizás deberías soltarlo, pensar en comprar otro, algo con historias que tengan finales felices o leer estas ocho historias justo antes de irte a dormir.
Dulces sueños…