Como sucede con Nabokov, Conrad o Kureishi, el problema de la diáspora inaugura una forma de escribir en la que la distancia es un tema central. Se trata de escritores formados en un territorio y que se desarrollan en otro, provistos de una mirada diferente. Nuestra literatura se integra hoy a estas nuevas percepciones, en España, donde convivimos con personas nacidas en otros puntos del planeta, se inscribe ya una generación de dobles vínculos. Desde dos orillas precisamente, la escritora Clara Obligado nos ofrece cuentos de desarraigos, exilios, partidas y retornos, de encuentros y desencuentros. Cuentos desgarrados, intensos, sin embargo vitales y esperanzadores, alternan la tragedia y la comedia, lo real y lo irreal, la otredad con que todos convivimos, nuestras "otra vidas". Escritos, como dice la autora, "desde ningún lugar y desde varios a la vez", estos relatos nos interrogan sobre el destino, sobre qué hubiera sucedido si, en lugar de un camino, hubiésemos tomado otro.