Mi posición se funda en la visualización de un horizonte siempre latente en el que se despliega una sociedad igualitaria pero habitada libremente por la multiplicidad de diferencias. Esta imaginación política ha sido constante a lo largo de mi vida.
Estoy segura de que esta posición me permitió mantener la decisión de escribir y, más adelante, posibilitó la capacidad de resistir ciertas adversidades literarias, simbólicas o materiales, que rodean de manera infatigable a escritoras y escritores.