Querida Margo:
Veinticinco días de huelga de correo nos están dando a los argentinos una visión del mundo como desde las trincheras. Es desde ellas que te mando unas líneas aprovechando algún mensajero artesanal que sale de nuestras lejanas fronteras.
Querida Tamara:
Me da mucho gusto oír de ti y ver tus letras. A veces me enoja que no escribas más que direcciones maravillosas pero comprendo, cuando recuerdo tus libros, que eres muy sobria, lo contrario de mí, y me consuelo.
Margo Glantz y Tamara Kamenszain se conocieron en 1979, cuando Tamara y Héctor Libertella se exiliaron en México, y se hicieron muy amigas. Tanto que la relación continuó durante varias décadas en las que se encontraron de manera salteada en distintas circunstancias y países.
Estas cartas muestran ese período de no verse y, sin embargo, querer comunicarse, saber de la otra, comentar sus escritos, mantener el diálogo encendido. Abarcan desde 1984, cuando Tamara retorna definitivamente a Argentina, hasta 1997, cuando el intercambio material se reemplaza por el correo electrónico.
Esta correspondencia es el testimonio de una relación de afecto y confianza entre dos escritoras latinoamericanas fundamentales y de cómo sus vidas y sus obras estuvieron entrelazadas. Como un mosaico de sus universos, en las cartas descubrimos pequeñas críticas literarias, definiciones sobre el matrimonio, quejas sobre la dificultad de vivir de la escritura, pero sobre todo la enorme vitalidad de dos mujeres que criaron hijas e hijos a la par que escribieron textos clave de la literatura de este continente.
Ya te llegará es también una activación del pasado y un deseo a futuro: que este diálogo dure para siempre y se renueve, igual de chispeante, en cada nueva lectura.