Mejorando mis Relaciones Personales. Amistades, Familia y Pareja

En general, resumiremos diciendo que para disfrutar placenteramente hay que centrar la atención en el propio placer, sin distracciones que debiliten la excitación y dificulten la llegada al éxtasis y al orgasmo.
Sin embargo, no aceptar el propio cuerpo, sentirse mal por problemas personales o desconcentrarse del momento divino y eterno del “aquí y ahora” va a dificultar, e incluso imposibilitar, disfrutar y sentir el placer.

Ninguna persona puede adivinar exactamente lo que no se dice, aunque tengan una relación de pareja de hace muchos años, por lo que es imprescindible verbalizarlo de manera detallada, sin críticas, y aceptando que no necesariamente vaya a ser compartido por nuestra pareja y, por lo tanto, si no es deseado debe dejarse de lado en esta ocasión.

Es muy importante facilitar que libremente nos lo comuniquemos, sin críticas ni censuras, por extrañas que sean esas fantasías o perturbadores los deseos, luego habrá que elegir aquellos deseos y fantasías que ambas partes estén de acuerdo en desarrollar, obviando los no compartidos en ese momento.

Muchas de las insatisfacciones sexuales personales y de la pareja están causadas por las muy alejadas y distintas expectativas, las grandes diferencias de deseos y gustos sexuales, la monotonía y la rutina, la falta de naturalidad y libertad sexual, las ideas erróneas y mitos, los problemas de autoaceptación del propio cuerpo y de la imagen personal.

Disfrutan encontrando tiempo para su intimidad afectiva

Intercambian interacciones positivas diariamente

Las parejas felices se comunican mucho más

No se trata de imponer ni imponerse, sino de acordar consensuando equitativamente para ganar como pareja, por lo que no se debe renunciar a las amistades personales, a la autonomía e independencia, a las relaciones familiares, al propio entorno laboral, a la imagen personal y forma de vestirnos, a nuestra manera de pensar, sentir o comportarnos; o a los propios valores personales (éticos, morales, sociales, culturales, religiosos, políticos, etc.).

Por lo tanto, nuestra distinta y personalísima concepción del amor es el resultado de nuestra forma de pensar, sentir y comportarnos afectivamente por lo que dependerá de las ideas que nos hayamos ido forjando, voluntaria o involuntariamente, sobre el amor, los sentimientos positivos o negativos que hayamos vivido y nuestras propias vivencias más o menos gratificantes de la afectividad interpersonal.

bien dos personas que están en una relación de pareja siempre deben seguir siendo dos personas con sus propias individualidades y zonas privadas, sin embargo deben compartir algunos objetivos generales y otros particulares a corto, medio y largo plazo si realmente desean pervivir como pareja.
Cuando no hay apenas objetivos principales o generales a largo plazo es lógico que tampoco existan objetivos particulares a corto o medio plazo.
Los objetivos deben ser concretos, realistas y libremente consensuados, así como asumidos por ambas partes, uniendo a la pareja en una trayectoria común de esfuerzos sumatorios por conseguir dichos objetivos.