Una extraordinaria polémica contra la religión, de la mano de uno de los más brillantes intelectuales de la actualidad. Siguiendo la tradición de Por qué no soy cristiano, de Bertrand Russell, el escritor presenta el argumento definitivo contra la religión. A través de una interpretación profunda y erudita de las principales ideas religiosas; demuestra que la religión, producto del hombre, es peligrosamente represiva en la cuestión sexual y distorsiona la explicación de nuestro origen en el universo. El autor propone una vida laica, basada en la ciencia y la razón, en la que cielo e infierno ceden su lugar a la visión del universo del Telescopio Hubble. Un elogio a la posibilidad de una sociedad sin religión.