Ese sábado, diversas organizaciones hicieron pronunciamientos públicos de claro matiz anticomunista. La Cámara Nacional de Comercio, canaco, deploró los hechos, los consideró “un llamado de atención a la población del país de lo que puede suceder cuando una manifestación ordenada es aprovechada por elementos profesionales de la agitación para producir actos bochornosos de vandalismo y sangre”, y concluyó afirmando: “Nuestro país se ha significado por la libertad de expresión que impera y que nuestras autoridades garantizan, libertad que requiere como premisa indispensable el que ésta se realice dentro del orden y respeto que la misma exige para que pueda continuar. El libertinaje prostituye la libertad y acaba finalmente en esto”. Ismael Martínez, vocero de la Confederación de Trabajadores de México, ctm, consideró “condenable la infiltración entre el estudiantado de personas o grupos ajenos a los problemas y asuntos educativos”, y subrayó: “Más condenable es todavía que estos elementos den lugar a incidentes como los del viernes pasado, sobre todo en momentos en que México camina hacia su consolidación económica y cuando los ojos del mundo están fijos en nuestro país con motivo de los Juegos Olímpicos que se van a desarrollar en octubre próximo”. También la cjm se alzó para condenar “la participación provocadora y vandálica de los extremistas sin ninguna responsabilidad frente al compromiso histórico que en estos momentos tiene la juventud estudiosa y trabajadora de nuestro país”.[19]