“¿Cuáles son tus escritores favoritos?”. Al principio empecé a responder feliz: Bolaño, Zambra, Cortázar, Irving, Kerouac, Cervantes, Orwell, en fin, tiré como veinte. De repente noté que eran todos hombres. Me paré del computador y me puse a revisar el librero. Mierda, pensé, casi todos mis libros son de autores hombres.
Colecciono varias cosas: junto esas monedas de diez pesos en las que sale el ángel de la liberación de Pinochet (numismática se llama el ejercicio de coleccionar monedas), guardo citas de libros (ése se llama florilegio) y también voy anotando espacios en los que las mujeres están excluidas. Nunca pensé que mi librero sería objeto de mi propia colección