«Un golpe de suerte me colocó en el camino del gran médico Paracelso. Desde que lo conocí, a las puertas de Salzburgo, mi vida cambió y me convertí en su aprendiz. Con él encontré mi destino a través de aventuras que nunca imaginé, de historias de alquimistas, intrigas principescas, fórmulas secretas, detectores de veneno, el descenso a una mina misteriosa, la verdad sobre esos seres llamados kobold y de ciertas flores mágicas. Junto a Paracelso sufrí, y también gocé, una profunda transformación, durante el que fue el mejor año de mi vida.»