El autor nos explica, de manera valiente y sincera, toda su vida desde su nacimiento. Nos habla de su etapa escolar y del papel que ha desempeñado como profesor, pero, sobre todo, de cómo se ha desenvuelto en los diversos ámbitos sociales. Y nos detalla cómo se ve a sí mismo y cómo percibe la visión que los demás tienen de él por el hecho de ser una persona afectada por una diversidad funcional denominada acondroplasia. El rasgo fundamental de las personas con acondroplasia es que son personas de talla baja (entre 100 y 140 cm). El autor mide 127 cm de altura.
Se trata de una reflexión sobre la aceptación de la diferencia –que el autor vive con normalidad y orgullo–, y una reivindicación a favor de aceptarnos tal como somos todas las personas. En esta biografía, Alaña también nos invita a adentrarnos, con una mirada nueva, en los proyectos colectivos a favor de la inclusión social.