í. Es cierto que durante más de dos horas me han estado preguntando. Que, qué hacía yo allí; que, por qué estaba; que, a qué había ido; que, de qué conozco a los otros dos; etc., Etc., etc. Y a todo les he respondido la verdad, nada más que la verdad. Y aun así... ¿Cómo pueden no creerme?