Sin trabajo, divorciada y con la muerte de su padre todavía reciente, Gris se encuentra, a sus cuarenta años, a la deriva de una vida que cada vez siente menos suya.
Desde hace tiempo una idea le ronda por la cabeza: irse lejos de las calles y la gente de Puebla, a la tierra de sus antepasados, aquella Cataluña remota de la que tanto oyó hablar a su abuelo Antoni cuando era pequeña.
En un viaje inverso al que hizo su abuelo al llegar a México en el año 1939, como exiliado de un país en guerra, Gris viaja a Cataluña, donde descubrirá paisajes, olores y una familia que no sabía que tenía. Y quizá, también, pueda encontrar la manera de volver a ser feliz.