Si el experimento monetario europeo reviste gran importancia como caso de análisis para la comunidad de economistas, el experimento político es de interés para un universo mucho mayor. El euro, como moneda única, es la culminación de un largo proceso de integración gradual y su fracaso sería visto por muchos como el fracaso de una generación de políticos europeos, pero también como el derrumbe de un sueño. Las implicancias de este fracaso son impredecibles y aterradoras, por lo que el problema europeo se ha convertido en un gran experimento sin precedentes de colaboración y competencia mutua. Las autoridades europeas, conscientes del reto, han redoblado los esfuerzos en declarar la indestructibilidad del proyecto. Este libro recorre el proceso de integración europeo desde sus primeras semillas en el Plan Marshall a fines de la Segunda Guerra Mundial. Desde entonces, los intentos por acrecentar la integración económica y política se han topado con dificultades tanto derivadas de crisis externas como de incoherencias en el manejo económico interno de los países. El futuro del euro depende de la capacidad de los países de llevar a cabo profundas reformas a la institucionalidad que validen la moneda única. Hacerlo requiere no solamente ingeniar un difícil acuerdo entre líderes políticos, sino también conseguir el apoyo de un pueblo que se muestra cada vez más cansado con los costos del proyecto.