¿Cómo explicar que «trans» puede tal vez funcionar bastante bien como abreviación, pero que el discurso convencional y rápidamente cambiante que evoca («nacido en el cuerpo equivocado», con la necesidad de emprender un peregrinaje ortopédico entre dos destinos fijos) es inútil para ciertas personas, pero parcial o incluso profundamente útil para otras? ¿Cómo explicar que para ciertas personas hacer «la transición» puede significar abandonar por completo un género, mientras que no es así para otras, como Harry, a quien le gusta identificarse como una marimacha que consume T? No estoy en camino a ninguna parte, a veces les contesta Harry a los que preguntan. ¿Cómo explicar, en una cultura frenética por definiciones, que a veces el asunto sigue siendo confuso? No quiero el género femenino que me fue asignado en el nacimiento. No quiero tampoco el género masculino que la medicina transexual me promete y que el Estado me otorgará si me porto bien. No quiero ninguno de los dos.27 ¿Cómo explicar que a ciertas personas, o para algunas personas en ciertos momentos, esta falta de resolución está bien, o es incluso deseable (por ejemplo, los «háckers de género»), mientras que para otras, o para otras en ciertos momentos, es una fuente de eterno conflicto o pesar? ¿Cómo dar a entender que la mejor manera de saber qué sienten las personas acerca de su género o su sexualidad —o cualquier cosa, en realidad— es escuchando lo que tienen para decir e intentar tratarlas como corresponde, sin aporrear su versión de la realidad con la tuya