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Mohamed Mbougar Sarr

La más recóndita memoria de los hombres

  • Adal Cortezцитирует2 года назад
    El azar no es más que un destino que ignoramos, un destino escrito con tinta invisible.
  • Rafael Ramosцитирует7 часов назад
    Llega entonces el tiempo en que aprendemos a comprender, a huir, a encerrarnos, a fingir, a trampear, a curarnos más rápido. O a morirnos. El caso es que el tiempo siempre enseña. Pero hace falta tiempo para aprender del tiempo. Y el niño solo está en el principio del tiempo.
  • Rafael Ramosцитирует7 часов назад
    Lo quise porque quise a Mossane. Los meses de cólera no habían cambiado mis sentimientos por ella. Muy al contrario, me pareció que aquel período en el que había odiado a Mossane no había matado mi amor por ella; más bien, me había revelado sus razones profundas, su necesidad. Al exponerlo al peligro de la destrucción, este paréntesis de decepción había reavivado mi amor.
  • Rafael Ramosцитирует7 часов назад
    Tú me has matado en tus pensamientos y en tus deseos, por más que me mates en los libros que escribirás –he visto, aunque no te creas mis premoniciones, que escribirás libros más adelante, libros donde me matarás con tus palabras–, entérate de que estoy y siempre estaré aquí. Yo soy tu espina. Si me arrancas, morirás. Y hasta una vez muerta seguiré aquí.
  • Rafael Ramosцитирует7 часов назад
    A veces me pregunto cómo acabó. Me pregunto cuáles serían sus últimos pensamientos. ¿Pensaría en nuestra infancia, en Tokô Ngor, en la voz de nuestra madre Mboyil diciéndonos néné, en mí, en Mossane, en los misioneros blancos que lo habían educado, en el hijo que había abandonado y al que no vería? ¿Murió solo? ¿Brutalmente? ¿Sufrió? ¿Le dio tiempo a ser consciente de que se moría? No me pregunto todo esto por empatía con Assane. Me lo pregunto porque los últimos momentos de los hombres me fascinan. Ahí solo hay un resultado posible, un arrepentimiento valioso, una confesión sincera, una mirada honesta a uno mismo. La vida nos pertenece en el instante en que se nos escapa.
  • Rafael Ramosцитирует7 часов назад
    Era un hombre cegado por su amor a Francia, un amor más grande que cualquier otro en él. Acabó por devorarlo. Creo que él sabía desde un principio que no iba a volver. Me pregunto si, en el fondo, es que deseaba morir. ¿Qué mejor manera de volverse blanco que morir en una guerra de blancos, con los blancos, a causa de una bala o de la hoja de una bayoneta blanca? Lo que él soñaba no podía darse en esta vida. Le hacía falta otra: una vida en la piel de un intelectual blanco, ya que para él eso era el summum de la realización existencial. No ser padre, no amar a Mossane: ser un blanco inteligente que lee o escribe libros. Así que se fue a morir voluntariamente, tal vez con la esperanza de reencarnarse en su sueño.
  • Rafael Ramosцитирует7 часов назад
    los últimos momentos de los hombres me fascinan. Ahí solo hay un resultado posible, un arrepentimiento valioso, una confesión sincera, una mirada honesta a uno mismo. La vida nos pertenece en el instante en que se nos escapa.
  • Rafael Ramosцитирует7 часов назад
    No me juzgues, Ousseynou Koumakh. Al contrario de lo que piensas, no sabes nada de mí. Tú crees saber lo que soy, crees conocer lo que mueve mi corazón. No sabes nada. No penetras en las almas. Lo que tú crees verdad absoluta no es más que un fragmento entre mil fragmentos. Eres una sombra entre mil sombras desplegadas. No sabes lo que he tenido que sacrificar en los últimos años. Los caminos por los que he pasado son pantanosos. El que intente seguirme se enfangará. No me juzgues.
  • Rafael Ramosцитирует7 часов назад
    Aquellos últimos meses, cuando pensaba en ella, una cólera profunda y sorda me abrasaba el corazón y me devoraba. Desde su partida, soñaba con el día o la ocasión de cubrirla con mi odio, el día en que pudiese derramar sobre ella, sin contenerme, el asco que me inspiraba y la violencia en que se había convertido la decepción de perderla. Aquel día por fin había llegado. Mossane estaba allí, ante mí. Pero al oírla tan débil, tan resignada, no fue rabia lo que me invadió, sino una inexplicable piedad.
  • Rafael Ramosцитирует7 часов назад
    Lo quieras o no, lo quiera yo o no, somos hermanos. La sangre fluye de una fuente más lejana que la carne. Fluye de la fuente de un pasado lejano. Su torrente carga con una historia en la que no estamos solos. Lo que nos ata no nos atañe solo a nosotros.
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